(English intro to the Spanish lang. post) In the late 90’s a group of Harvard astrophysicists proposed that the expansion of the Universe is accelerating, leading to the concept of dark energy. In his book “The 4 Percent Universe”, Richard Panek (visiting Chile this week) explains the important contribution of two Chilean astronomers in showing that certain type of supernovae can be used to measure precise distances in the universe. This was a key finding, that was published in two papers by two independent groups. The book relates also that Hamuy and Maza published their paper at the same time than another one from Kirshner and Riess (Harvard), even that both groups had agreed to give priority to the Chilean one. (*)
A reporter from La Tercera has done a great job talking to Panek prior his visit, but also with the Chilean astronomer Mario Hamuy and Adam Riess now at Johns Hopkins. The story says that during the early 90’s a team of Chilean astronomers developed a tool to use light from Supernovae to measure cosmological distances. By 1994 they had collected data 50 supernovae, and they were invited to Harvard to make a presentation. Once there, Riess asked Hamuy to use his measurements to check a model he was testing. Hamuy explains in La Tercera that he agreed and gave all his data, but with the condition that Riess and Kirshner were not going to publish them until his group in Chile finished the paper they were working on. Hamuy and Maza submitted their paper in July’94 and it was accepted in late August. Then, early september, Riess and Kirshner submitted their paper to another magazine. But at the end, due to some delays in publishing, both papers were published at the same time. Even that after the years both articles have been cited equally, the reporter in La Tercera says they have not been recognized enough for their contribution. Hamuy declares that he felt desolated to “see the lack of loyalty in a scientific community where you expect some nobility”. Of course, that’s the Chilean version of the story. But the reporter in La Tercera interviewed Riess too, and he includes a quote where he says: “at that time I was a grad student and I didn’t know very well about the timing of magazines. I assumed that his work was going to be published a couple of months before. I was surprised and very sad when I saw both papers published at the same time. I hope Mario don’t feel bitter about it yet”.
(*) Updated after Robert Kirshner’s comment in this post
Fantástica historia que nos llega desde La Tercera en Chile. De verdad; no es fácil encontrar nuevas historias de temática científica. Y cuando todo lo que vas leyendo te empieza a sonar repetitivo, cuando encuentras un reportaje con algún ángulo que no ha explicado nadie, te tiras de cabeza.
En este caso el mérito es compartido, y la mayor parte de él se la lleva el periodista estadounidense Richard Panek. Él es quien en su recién publicado libro “El 4% del Universo” nos descubre que astrofísicos chilenos fueron clave en el histórico descubrimiento de la energía oscura hace poco más de una década, pero fueron ignorados tras una cierta polémica con investigadores en Harvard. La otra parte del pastel de méritos se la lleva muy merecidamente Francisco Rodríguez I., quien en “La historia desconocida del hallazgo científico que enfrentó a astrónomos chilenos y de EE.UU” (pdf) se anticipa a la visita de Panek a Chile con motivo de la presentación de su libro, y logra sacar de él algunas declaraciones para completar un texto en La Tercera cuya principal crítica es que se queda cortísimo. La historia (en el sentido más amplio del término; con personajes, intriga, traiciones, carreras…) bien merece un capítulo entero de libro. El resumen es el siguiente:
En 1994 los astrónomos chilenos Mario Hamuy y José Maza habían puesto a punto una técnica para medir distancias en el Universo utilizando luz de supernovas, y medido una cincuentena de supernovas desde el Observatorio Chileno de Cerro Tololo y Calán. Esto generó interés en astrofísicos estadounidenses, que invitaron a Hamuy a presentar sus resultados en Harvard. Según cuenta Francisco que cuenta Panek que cuenta Hamuy, un estudiante de doctorado llamado Adam Riess le pidió los datos de estas 50 supernovas para comprobar una técnica con la que estaba trabajando. Hamuy accedió y se los prestó con la condición que fueran sólo para contrastar esa técnica, y no para publicar.
Semanas más tarde Riess contactó con Hamuy diciéndole que todo encajaba perfecto y que quería publicar un artículo utilizando los datos que le había prestado. Hamuy le dio el ok, pero con la condición de que esperara a que ellos publicaran primero el artículo que estaban ya terminando para la revista Astronomical Journal. Riess accedió, y envió su paper 7 semanas tras la aceptación del artículo chileno, pero a otra revista cuyos tiempos de publicación son menores. Resultado: ambos artículos científicos salieron prácticamente a la vez el 1 de enero de 1995, pero la repercusión y fama mundial se la llevaron el paper de Riess y su profesor Richard Kirshner, que un par de años después al medir y comparar distancias de supernovas más lejanas, propusieron que una fuerza misteriosa estaba acelerando la expansión del Universo; algo contrario radicalmente a lo que en ese momento se creía. 15 años después, posiblemente el crédito recibido por los astónomos chilenos es bastante menor del que merecerían.
No es un caso cualquiera. El descubrimiento de la existencia de energía oscura ha sido uno de los hallazgos más revolucionarios de la última década. Los científicos estadounidenses han recibido prestigiosos premios por ello, y pronto caerá el Nobel. Mientras tanto, Hamuy explica a La Tercera que se siente decepcionadísimo por la deslealtad del equipo estadounidense. Francisco Rodríguez hace un meticuloso trabajo y también consigue hablar en exclusiva con Adam Riess, quien reconoce el acuerdo y que esperaba que el artículo chileno saliera primero. Se defiende diciendo que él no tenía experiencia y no sabía que su artículo se publicaría tan pronto. Incluso dice esperar que sus colegas chilenos no le guarden rencor.
Lo cierto es que los que hemos estado siguiendo de cerca la literatura y descubrimientos sobre energía oscura, incluso los que hemos atendido a clases y hablado con Robert Kishner en Harvard, no teníamos conciencia de esta parte de la historia. La contribución de los investigadores chilenos fue olvidada inicialmente y es ahora que se está recuperando gracias a libros como el de Paneñ o textos como el de La Tercera. Uno podría decir que más que los datos, lo importante son las ideas y la interpretación de esos datos. Quizá en este sentido los investigadores estadounidenses fueron más visionarios y quienes formularon que el Universo se estaba expandiendo debido a una energía oscura. Pero inmediatamente a uno le viene en mente el caso de los ingenieros de antenas Penzias y Wilson, que descubrieron por pura casualidad una señal que luego otros interpretaron de manera independiente como la radiación de fondo de microondas que probaba la teoría del Big Bang. Penzias y Wilson ganaron igualmente el premio Nobel y pasaron a la historia como quienes descubrieron la prueba empírica de la expansión del Universo sin saber nada de cosmología.
No es lo mismo, porque en el caso de Wilson y Penzias sí fue un descubrimiento inesperado y en el caso de Hamuy y Matas sólo la técnica de medir distancias estelares que a posteriori hizo posible el descubrimiento. Pero no es poco. Y sea como sea, la historia da mucho juego. Está perfectamente planteada por Francisco, y nos gustaría incluso que le hubieran dado más espacio para profundizar en las explicaciones de Riess y Hamuy. Seguro que con la visita de Panek habrá oportunidad. Aunque sea difícil, merece mucho la pena ser cuidadosos en dar la visión objetiva de lo que ocurrió, y no barrer mucho hacia casa. El lector puede desconfiar. En este sentido las opiniones de otros astrónomos de la comunidad internacional pueden ser muy valiosas.
(*) Actualizado tras el comentario en este post de Robert Kishner, matizando que no hubo mala intención en absoluto y que los astrónomos chilenos sí mantienen mucho reconocimiento dentro de la comunidad de cosmólogos investigando en la expansión acelerada del Universo.
– Pere Estupinyà
Leave a Reply