(English intro to Spanish lang post) To write about “the science of love” on Valentine’s Day is a sure bet. But if you do it, at least you could look for new research instead of repeating tired old clichés. It’d be great to skip inaccuracies in the popular culture too. One story in Argentina said that the first stage of being crazily in love can’t last more that 8 months, because it wears out the body. Instead, another story in Ecuador said it might last between 18 months or 4 years. No references in either story. We’ve read again that 0.7 is the “magic number” for the proportion hips/waist, and got totally confused with oxytocin, vasopressin, testosterone, serotonin, cortisol and dopamine going up and down in different stories and without clear specifications. We were shocked to hear that pheromones play an absolute crucial role in attractiveness, when we know that scientists doubt if they have any relevance in adult humans at all. A hilarious story said literally in the title that “having sex with your ex might be healthy”. And another that one specific note in Adele’s song makes us cry. Only one reporter in Colombia gave us something new and solid, describing a recent review of female arousal and the so-called G-spot in The Journal of Sexual Medicine. We tracked other stories too: higher acidification of the Caribbean waters compared to other oceans, worries in Ecuador that too few students study toward technical careers, a new story about the high prices of medicines in Colombia and, in Spain, criticism with NASA’s reneging on the ExoMars EU/US Mission, perhaps compelling Europe to find other partners or to cancel it.
La ciencia tiene algo fabuloso y gratificante para los periodistas que sepan aprovecharlo: se renueva constantemente. Siempre explica cosas nuevas que antes no sabíamos. Es de aquí donde viene la frase “la ciencia es la única noticia”. Coges cualquier tema, buscas investigaciones publicadas en los últimos meses, y seguro que encuentras un ángulo novedoso. Ir repitiendo lo mismo, sin aportar nada nuevo, es una pena. Estoy hablando de la ciencia del amor, un recurso fácil que muchos periódicos explotaron ayer día de San Valentín.
Está bien hacerlo. Es algo que gusta a la gente. Pero qué menos que intentar decir algo nuevo, no? Y cómo mínimo… no decir tonterías o caer en los tópicos que ya sabemos no están científicamente comprobados.
Citemos dos piezas muy bien trabajadas, pero en las que quizás los expertos no han estado a la altura, y les ha faltado un poquito de originalidad. Muchas veces Pubmed te da mejor información que un “experto”. En La Nación de Argentina Laura Reina publica “Anatomía del flechazo: cómo nace el amor” un texto muy bien redactado, con abundantes fuentes, y que ha sido reproducido en varios medios como El Comercio de Ecuador (citando que lo toma de El Mercurio). Realmente es un gran resumen de todos los ángulos relacionados con la ciencia del amor, pero en verdad, no aporta ningún dato nuevo, y cae en demasiados tópicos. Lo de que sube la oxitocina y la vasopresina al estar enamorado.. será si eres correspondido. Y qué significa la frase “”En el flechazo se activan mecanismos como la serotonina y la dopamina, que están asociados con el placer. Y, al mismo tiempo, se desactivan los mecanismos de defensa que dejan a la persona «con la guardia baja».”. ¿Qué quiere decir “se activan”? ¿y de qué mecanismos de defensa nos están hablando?
Luego viene la chorrada de la relación 0,7 entre cintura y cadera, como si fuera un número mágico para enamorarnos. Las bases experimentales de esto son poco sólidas. Y muchísimo menos, la afirmación final del texto: que el enamoramiento dura 7 u 8 meses porque el ritmo de desgaste no se puede sostener fisiológicamente. Suena bien, pero nos gustaría ver el paper. Insistimos: buen texto de Laura, pero se podría haber buscado un enfoque más actualizado.
El Universo (Ecuador) también presenta un artículo muy bien trabajado de Blanca Montada “La mente es quien manda en el amor y no el corazón”. Buen título, y también muy buena redacción, pero de nuevo la primera cita del científico es un incomprensible: “cuando se siente emoción por estar cerca de una persona que nos atrae, se emiten sustancias que originan un sinnúmero de sensaciones que algunos han llamado inexplicables, pero que para la ciencia son solo el reflejo de una condición cerebral“. Vaya. Nos quedamos igual. Además nos dice que el amor se origina en el hemisferio izquierdo, algo que no nos suena de nada. Pero lo más grave, las feromonas. Aquí hay una gran discusión. Los científicos creen que las feromonas no tienen un papel relevante en el comportamiento humano adulto, y esa “membrana ubicada en las fosas nasales” que dice el médico, refiriéndose posiblemente al supuesto órgano vomeronasal, en realidad no existe. Hay más: los 7 u 8 meses de enamoramiento que daba La Nación aquí se convierten en 18 meses a 4 años. Bastante más, no? ¿Basado en qué? No sabemos. Y vaya con el psiquiatra que nos dice que buscamos compañero que se parezca a nuestros padres… topicazo al canto.
La siguiente nota en La República (Perú) es de agencias, pero es que el título se las trae: “Tener sexo con tu ex puede ser saludable”. Lo que dice el estudio es que si estás traumatizado por la ruptura y tienes sexo, te sentirás temporalmente mejor. Un poco distorsionado. Otra tontería, la que publican El Universal y El Mercurio “Llorar con canción de Adele tiene una razón científica”. Es todo por una “nota musical llamada appoggiatura, que produce alzas y bajas de tensión en el cerebro, lo que desencadena el llanto”. Venga ya! Es que nos lo creemos todo…
Para contrastar, veamos un muy buen texto en El Tiempo, sobre una “¿Existe realmente el punto G en las mujeres?” También es un tema muy tocado, pero habla de una revisión recién publicada, y muestra un espíritu crítico comparando varios artículos.
Yendo a otras temáticas, ya hablamos el otro día de los precios desorbitados de los medicamentos en Colombia. Hoy El Tiempo tiene un gran texto de Juan Gossaín “En Colombia es más barato un ataúd que un remedio”, en el que compara a pie de farmacia precios de fármacos en su país con Venezuela y Ecuador. Desorbitadas diferencias. Pero de nuevo, como comentamos sobre el artículo parecido en El Espectador, el tema es hacer investigación sobre el porqué de estas diferencias. Merece perseguirse.
También desde Colombia y para SciDev, Lisbeth Fog cuenta que el aumento de acidez de los océanos es peor en el Caribe y Pacífico. Esto amenaza a los arrecifes de coral, y también a la pesca.
E interesante nota en El Comercio (Ecuador) “El 10% escoge una carrera técnica”, mostrando la preocupación por estos números tan bajos, comparados con el 45% de Chile o el 50% de Bélgica.
En España, varias notas sobre el recorte presupuestario de la NASA que implica cancelar su participación en el proyecto conjunto con Europa de exploración de Marte. La nota más trabajada, y con un punto crítico, en Público de Nuño Domínguez “EEUU deja plantada a Europa en su misión conjunta a Marte”.
– Pere Estupinyà
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