(English intro to Spanish lang. post) Extensive reporting in Spain recently regarding the “Power Balance” bracelet containing a hologram that supposedly gives you strength, flexibility and equilibrium. Science reporters are writing against this fraud after a Consumer’s Association denounced the company. Probably, we should have done this before. Also, El Universal in Mexico equates organic molecules to life, and tells its readers that water and life have been found in an asteroid near Jupiter. A few days ago the Brazilian health minister said –as a kind of joke- that people should fight against hypertension by eating 5 pieces of fruit and doing exercise by having sex 5 times per day. Some reporters took this more seriously than others, and a Venezuelan newspaper even presented it as if it were a new scientific study proving that having sex 5 times per day extends life (it might be true, but that’s not what the minister said). In Argentina we find a solid story describing the life cycle of a parasite and the research by local scientists to block it. Early last week there came a great story in Chile about therapeutical vaccines against cancer and that anticipated the recently FDA-approved one.
En España una asociación de consumidores ha denunciado por publicidad engañosa a las pulseras mágicas que mejoran tu fuerza, equilibro y flexibilidad gracias a un holograma que interactúa magnéticamente con tu cuerpo. La comunidad científica las considera un fraude, y el ministerio de sanidad alerta de fraude. Si queréis enteraros bien de la historia, El País presenta un extenso reportaje de Carmen Pérez-Lanzac desmontando el bulo. ¿Cómo podemos estar seguros de que es un bulo? ¿Por qué no mantenemos cierta equidad y simplemente contrastamos opiniones como hace N.Ramírez de Castro en ABC? Aparte de por lógica, porque si la autora del reportaje pide a los creadores de pulseras estudios científicos que las avalen, y no encuentra respuesta, no hay punto intermedio: Las pulseras se anuncian como algo que no son. No hay más que mirar este video de Youtube enlazado por El País, en que una periodista da voz a unos testimonios aportados por la propia empresa Power Balance. El engaño es obvio. El programa Andalucía directo, además de considerar estúpidos a sus espectadores por pensar que pueden creer que una mujer con la pulsera se agache más que sin ella, o a un ciclista farsante le desaparezca el dolor de piernas, no informa sino que publicita. Denunciables ellos también.
Quien también se posiciona -y de manera todavía más contundente- contra las pulseras es Público en el reportaje de Jose María Mateos: “Pseudociencia, ahora en holograma”. En él, consulta a un experto en efectos biológicos de campos electromagnéticos que dice ”un holograma, de entrada, no radia, así que no puede interaccionar con nada”, acompañados de otras declaraciones negativas de médicos y científicos. Buenos trabajos críticos, que podrían haber aparecido incluso antes de la denuncia a la empresa.
Más notas interesantes:
En ABC, tras la salida de tono de Stephen Hawkins y su miedo a contactar extraterrestres, Jose Manuel Nieves hace algo muy bueno y recoge la opinión de otros científicos. La conclusión: no hay que temer a los extraterrestres. Obvio. Como conclusión desde la vertiente más periodística, esta réplica debería haber aparecido en todas las notas que reflejaban las palabras de Hawkins.
A principios de semana el ministro de salud brasileño dijo, en tono de semibroma, que para controlar la hipertensión, “además de comer cinco piezas de fruta al día, os propongo que también hagáis sexo cinco veces al día”. “Bromeó” es la palabra que utiliza Luis Tejero en su artículo en El Mundo. Evidentemente la actividad física –y ciertas formas de practicar sexo también la incluyen- es positiva para el sistema cardiovascular. Pero algunos medios han decidido tomarse demasiado al pie de la letra las palabras del ministro. El caso más extremo quizás es el de El Universal (Venezuela): Aseguran que el sexo contribuye a alargar el tiempo de vida, manipulando las cifras de hipertensión con la edad, e inventándose un estudio que la relaciona con la hipertensión. Seguro que existe alguno, pero de esa relación no hablaba el estudio citado por el ministro brasileño.
En la sección de salud de El Mundo, María Valerio recoge las palabras expresadas en Science por dos científicos estadounidenses diciendo que EEUU debería aprender algunas lecciones de cómo Cuba ha sido capaz de ofrecer un buen servicio de salud a sus ciudadanos a pesar de los 50 años de embargo.
Ni entre comillas, ni nada. Esta semana se ha anunciado el hallazgo de agua y moléculas orgánicas a bordo de un asteroide en el sistema solar. Va alguien de El Universal (México) y titula “Hallan agua y ‘vida’ en el asteroide Themis”. Ni entrecomillado; el trecho existente entre moléculas orgánicas y vida es abismal. Y la relevancia de la noticia, lo mismos. Error gravísimo.
La Nación (Argentina) continúa en su buena línea de ir dedicando espacio a hablar sobre la ciencia hecha en su país, y Nora Bär se sirve de una estrategia a nivel de ciencia básica publicada por científicos argentinos, para explicar muy bien las sorprendentes fase de vida del parásito intestinal Giardia lamblia. Dicen que puede dar lugar a una vacuna, lo cual sería muy remarcable porque no existe ninguna vacuna contra parásitos (sólo virus y bacterias).
Pero para vacunas, el reportaje en La Tercera (Chile) sobre un tipo totalmente diferente, las terapéuticas, escrito de maravilla por Sebastián Urbina: “Vacunas anticáncer: la nueva forma de destruir tumores” , anticipándose el fin de semana pasado a la noticia de hoy de la aprobación por la FDA estadounidense de una vacuna contra el cáncer de próstata. No es un nuevo fármaco cualquiera. Es un nuevo concepto de vacuna que mucha gente desconoce, y es la labor del periodista científico destacar.
– Pere Estupinyà
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