(English intro to Spanish lang post) Deforestation in Colombia is increasing or decreasing depending on how reporters interpreted the data of a new study released yesterday. We found a paradoxical situation in El Espectador with two online stories located side by side with the titles “deforestation decreases in Colombia” and “alarming deforestation in Colombia”. The explanation is easy: data showed the evolution of deforestation between 2004-2013, and the first story said that the annual mean of the period 2011-2012 is 39% lower than annual mean of the period 2005-2010, but the second said that deforestation is increasing alarmingly because in 2012 it was much higher than 2011. It’s a complex issue, but to be fair, the second story recalls the argument of climate change deniers saying that global warming is finished when a particular year is cooler than the previous one. We think this is another good example to show how the same data can be interpreted in different ways to infer opposite conclusions. The other stories we've read agree that deforestation in the country rates are still too high, and specify the regions where the problem is bigger, but all agree that data shows a tendency to reduce deforestation in Colombia. Of course in twitter and FB, where people share contents based on emotions not reason, the less accurate story about the "alarming deforestation" is much more shared than the one about the "decrease in deforestation".
Peculiar situación ayer al revisar las webs de diferentes medios latinoamericanos, cuando al llegar a la de El Espectador vi en su sección de medioambiente las notas -una encima de otra- que forman la imagen de este post: “Disminuye deforestación en Colombia” por Redacción Vivir abajo, e inmediatamente arriba “Deforestación alarmante en la Amazonia colombiana” de Mariana Escobar. Mensajes contrarios publicados el primero el 5 de Agosto a las 11:59am, y el segundo 3 horas más tarde el 5 de Agosto a las 2:55pm.
Y no es una incoherencia sólo de titulares. Ambas hablan de un estudio sobre la evolución de la deforestación en el amazonas entre 2004 y 2013, argumentando el de redacción vivir que la deforestación en Colombia está claramente disminuyendo, y denunciando el de Mariana que es el país amazónico en que más ha crecido. ¿Cómo puede ser?
Muy fácil y un precioso ejemplo de cómo se puede jugar con las mismas cifras para extraer una conclusión o su opuesta: La de Vivir dice que la tendencia es a la baja porque en los años 2011-2012 el promedio anual de deforestación se redujo un 39% respecto al período 2005-2010, y la de Mariana que la tendencia es a la alta porque el 2012 creció un 117% respecto 2011.
En números concretos, la media anual de deforestación en Colombia en el período 2005-2010 fue de 238.273 hectáreas perdidas por año, y “la buena noticia fue que en el periodo 2011-2012 Colombia redujo su tasa de deforestación anual a 147.946 hectáreas” (nota Vivir). Según Mariana Escobar “el área deforestada en Colombia en 2011 fue de 72.531 hectáreas y en 2012 la problemática creció un 24% hasta destruirse 89.931 hectáreas”, lo qual le permite concluir (no estendemos bien cómo) que “aunque Perú y Venezuela tienen las tasas más altas de deforestación en sus territorios preocupa que en el último año Colombia tenga la evolución más alta de esta problemática (117%)”. Es confuso y no queda claro el origen de los datos, pero leyendo otras notas vemos claramente que la tendencia general parece ser a la baja.
Mariana ha utilizado el mismo razonamiento que los negacionistas del cambio climático: comparar la temperatura media de un año más frío con el anterior más caluroso y concluir que el cambio climático se está frenando. Sé que no es lo mismo, pero en realidad la lógica coincide. En ensayos clínicos, evolución del clima, análisis bursátiles, discutir cual es el mejor equipo de futbol, o en este caso deforestación del Amazonas, es relativamente fácil acomodar los datos históricos para que encajen con el mensaje que quieres transmitir. Lo hacen empresas farmacéuticas, negacionistas, inversionistas, forofos y políticos, pero nunca debería hacerlo un buen científico o periodista. En su primer párrafo Mariana habla de datos recogidos desde 2004, pero para justificar que la situación es “alarmante” cita sólo los de 2011 y 2012. El tema es complejo, y desde el tracker no sabemos si –por ejemplo- el gobierno pasó una ley en 2011 que permitión acelerar la deforestación y esta puede ser realmente la tendencia alarmante. En tal caso Mariana tendría razón. Pero nos parece que no es así y que la subida de 2012 puede responder a una fluctuación puntual como la de cualquier tipo de gráfico de barras (ver bolsa, donde a diario sube y baja sin control pero lo importante es la tendencia en períodos más largos). En todo caso, creemos que es un bonito ejemplo para ilustrar cómo con los mismos datos se pueden obtener conclusiones opuestas, y cómo lo importante es hacer un análisis más riguroso y completo.
Y no es baladí. El enfoque de la nota "disminuye deforestación" parece más acertado que el de "deforestación alarmante", sin embargo en las redes sociales donde se comparte más por emoción que por razón, la segunda estaba 20 veces más compartida que la de vivir. Es decir que a muchísimos más lectores les estaba llegando el mensaje incorrecto.
Yendo a otros medios, en todos encontramos el mensaje de que la deforestación disminuye. En El Colombiano por ejemplo leemos la nota sencilla pero muy bien planteada de Ramiro Velásquez “Colombia redujo su deforestación, pero la tasa sigue siendo alta”. Gran titular que informa del mensaje principal pero añade un importante matiza, y datos expuestos me manera muy directa y sencilla en las líneas siguientes.
También bueno el artículo de Javier Silva “Caquetá, Meta y Guaviare, donde hay más deforestación en Colombia” en El Tiempo. Javier empieza diciendo que la tasa de deforestación ha disminuido, explica que coincide con disminución de los cultivos de coca, se centra después en las áreas donde los deberes no se están haciendo (mensaje que también recoge el titular), y termina con la advertencia de que a pesar de reducirse los niveles de deforestación en la amazonia colombiana, estos continúan siendo altos. Nos gusta el planteamiento de Javier, pues es justo con los datos pero le dice al gobierno que no se ponga medallas que todavía queda mucho trabajo por hacer.
– Pere Estupinyà
(*) Actualizado: Leemos hoy martes 6 de Agosto la nota de Mariana Escobar “Deforestación cayó en 39%” en El Espectador, ofreciendo la misma versión que en el artículo de la redacción Vivir. El de ayer sobre “deforestación alarmante” continúa presente en la sección de medioambiente del diario online, y es todavía el más compartido en FB y twitter. Esto es poco serio. Si resulta que para el artículo “alarmante” se utilizaron otros datos, y se observa que las conclusiones no son acertadas, se debería corregir o advertir de alguna manera. Pero mostrar este desaguisado confunde al lector. (disclaimer: las críticas en el tracker siempre son constructivas y su intención es dar ejemplos concretos con los que reflexionar sobre el periodismo de ciencia)
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