(English intro to Spanish lang post) While many reporters are rewriting about the 10 most important scientific discoveries of 2011 according to Science, a Cuban science reporter has done a very good job reviewing the most important scientific achievements of Cuban local researchers.
Science journalism in Cuba has a character all its own. First, science is different there. At least, some motivations are distinctive. Cuban researchers are not crazy to publish in high impact-factor magazines. They put higher the benefits of their research for the population. The lead of the story we mentioned is “…results of Cuban science which application has impacted more positively in economy, society and environment”. Examples include water sanitation, new materials for construction, improvements in farming, genetic characterization of cattle, hydroelectric engineering, and new herbicides. For example, in a separate story we read that 98% of fertilizers and other products on Cuban farms are produced in the country.
There are reasons to see Cuban science skeptically. The fact that Cuban science is not peer reviewed and the absence of a free press force us to be cautious. For instance, another story explains that more than 2000 Cubans have been already treated with the first therapeutic vaccine against lung cancer. It’s called CIMAVax-EGF, and local researchers claim they’ve proved its efficacy and safety. They are not talking about a clinical trial, but actual treatment. That sounds weird. And we don’t see any reporter asking tough questions about it.
Another aspect to point out is that, free press or not, a good amount of science stories is in such daily newspapers as Juventud Rebelde. They also are well-written. In the paper’s science section are names of at least 5 different reporters. Unlike the typical newspaper in Latin America, the majority of stories are about local science. The most important international science news is covered too. And also, they publish original investigations and reviews, including a great story about the historical relationship between surgeons and barbers. We’d need to explore more in depth the characteristics of science journalism in Cuba, but we dare to say that it could be a good reference for some countries in the region.
Cuba es muy peculiar en lo que respecta a información científica. Por muchos motivos. Primero por el elevado número de notas de ciencia que publican sus medios, y el nivelón que demuestran sus periodistas. No comentamos tan a menudo porque desde fuera nos desconcierta un poco, y porque tienen una selección muy peculiar de noticias. Pero frecuentemente leemos textos excelentes, escritos con una prosa magnífica. Esta selección peculiar es el otro motivo de interés: Cuba podría ser el país donde los medios más atención pongan a la ciencia local. Es lo que reclamamos para muchos lugares, donde las páginas científicas a menudo se llenan de estudios intrascendentes bien publicitados por gabinetes y agencias. Cuba es diferente. No sólo por lo que respecta al periodismo (y aquí no estoy hablando de control gubernamental sino de puros contenidos), sino por las características de esta ciencia local. Decimos esto con muchas precauciones: su modelo podría ser un ejemplo para muchos países de la región.
A lo que nos referimos es que los investigadores cubanos (en base a lo que leemos en los medios) no parecen estar tan interesados en publicar en Science o Nature. La ciencia cubana es diferente; está dirigida directamente a mejorar las condiciones de vida de su población. Fijémonos en una frase de la entradita del artículo publicado en Juventud Rebelde por Marianela Martín González “Cuando la ciencia mira al país”, acerca de (y esta es la frase) “los resultados de la ciencia cubana cuya aplicación ha repercutido en el 2011 de manera positiva en la economía, la sociedad y el medio ambiente”.
¡Qué diantre ir haciendo refritos de los 10 descubrimientos científicos más importantes del año según Science! Sí; está bien hacerlo, pero Cuba es el único país donde un periodista se ha esforzado en destacar los resultados de científicos locales cuyas aplicaciones más han aportado al país. Destaquemos la palabra “aplicaciones”. Bravo por esta vocación. ¿De qué avances científicos estamos hablando? Ecomateriales para viviendas que han ganado premio de la UNESCO, mejoras en la alimentación y crianza de puercos, desarrollo de productos fitosanitarios, ingeniería hidráulica, detección de contaminantes, gestión de calidad de industria biotecnológica, vacunas para asma, caracterización genética de ganado bovino, detección de virus en ganadería… y estudios de carácter social como incidencia de cáncer, papel de medios de comunicación, análisis poblacionales, etc. Por poner un ejemplo concreto, leemos otro artículo de Marianela Martín G: “Cuba produce casi todos sus medicamentos veterinarios”. El 98% de las vacunas virales, tratamientos contra bacterias u alimentos probióticos son producidos en el país. Muy revelador.
El otro foco de interés en el análisi del periodismo científico es la desconfianza que inevitablemente nos genera el país. Por varios motivos: poca independencia de los medios, dudas de que siendo un país tan pobre puedan desarrollar ciencia de tanto nivel como a veces insinúan, y la falta de “peer review” en la ciencia cubana. Esto nos intranquiliza. Estamos acostumbrados a que cuando Journal of Neuroscience publica un artículo, investigadores independientes lo han revisado y dado el visto bueno. En Cuba, desde fuera, vamos perdidos. No sabemos si están vendiendo humo o no. Un ejemplo clarísimo es la nota también en Juventud Rebelde “Más de 2000 cubanos han recibido vacuna terapéutica contra cáncer de pulmón”. Ostras! Es esto un fármaco novedoso que deberíamos empezar a retwittear por todo el mundo, o una irresponsabilidad. Si nos pidieran escoger entre los dos extremos, nos iríamos más bien al segundo. ¿Cómo puede Cuba tener la primera vacuna terapéutica contra el cáncer???? Ojo; la nota no dice que sea parte de un estudio clínico, sino que es una vacuna que ya se está aplicando tras demostrar inocuidad y elevar la esperanza y calidad de vida de los enfermos. Y según los científicos cubanos, pronto habrá una versión de CIMAVax-EGF para cáncer de próstata. Buscando en Pubmed, vemos que sí hay un par de papers publicados por investigadores cubanos, pero nos suena muy fuerte que Cuba haya aprobado la primera vacuna terapéutica contra el cáncer. Lo reconocemos, hay perjuicios: si nos dijeran que viene de la Johns Hopkins y publicado en el NEJM nos lo creeríamos. A lo que nos referimos es que aplaudimos la voluntad de sacar a relucir la ciencia local, felicitamos el excelente trabajo de los reporteros de ciencia que a menudo leemos, pero dudamos del espíritu crítico que tengan o les permitan tener.
Otro aspecto a destacar: los extensos y trabajados textos que los periodistas realizan. Es algo que parece en extinción en otros medios diarios, pero el la homepage de Juventud Revelde podemos encontrar hoy mismo un gran reportaje de Amaruy E. Del Valle “Un 2011 agitado en el ciberespacio”, un pedazo artículo de Julio César Hernández sobre la relación histórica entre barberos y cirujanos, y el artículo de Mileyda Menéndez Dávila “Del desconcierto al placer”, sobre la eyaculación femenina.
En definitiva: muy interesante explorar más y mejor el modelo de desarrollo científico en Cuba, y el trabajo de los periodistas científicos. Destacar como ejemplo, que en la portada online de Juventud Rebelde sólo hay 7 categorías: Cuba-Internacional-Opinión-Cultura-Ciencia y Tecnología-Deportes-Comunas. Ojalá este modelo fuera más frecuente.
– Pere Estupinyà
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