(English intro to Spanish lang post) The first cloned fighting bull was born in Spain in 2010. The story generated enthusiastic coverage in the spanish media (commented here in the tracker). Last week we read in El Pais a short note saying that the cloned fighting bull had died at an undetermined date, and that it had never shown the fierceness of his only biological father, which was the best specimen of a well known stock breeding, used often as a stud. This is an interesting scientific story with several angles to cover. But we haven’t found any journalist reporting about it. In fact, according to the information in El Pais it’s uncertain if the bull died from health problems associated to the clonning technique, or if it was sacrificed because it didn’t pass the test to become a fighting bull in the ring. The second would be really sad, but none science reporter in Spain has asked at the moment.
A todos los periodistas científicos españoles les ha pasado por alto una noticia importante, que además podría ser muy exitosa en visitas y redes sociales: El primer toro de lidia clonado ha muerto, sin haber demostrado la fuerza y furia que tenía su padre biológico, un semental considerado de los mejores ejemplares de la ganadería. El ángulo para abordar la noticia es doble:
1- ¿Cuáles son las causas de su muerte? ¿están relacionadas con el hecho de ser clonado? ¿tuvo "Got" problemas de salud desde su nacimiento? El análisis de todos estos aspectos es muy relevante científicamente. Posiblemente más que el propio nacimiento en sí, que aquí en el tracker vimos fue cubierto de manera masiva en España.
Pero 2- El hecho de que la bravura y “personalidad” del hijo clonado fuera tan diferente a la de su padre genéticamente idéntico ¿Confirma por fin que eso de clonar para mantener características es absurdo? ¿deberían reconocerlo quienes así lo sugirieron?
Obvio que hay muchísimos más detalles técnicos a explorar sobre cómo “Got” se desarrolló a nivel celular, fisiológico y comportamental. Pero sólo las cuestiones anteriores ya justifican una nota interesantísima en cualquier sección de ciencia.
En cambio, lo único que hemos encontrado es esta nota en El País de Antonio Lorca “Got no fue un toro bravo”, donde se explican unos pocos detalles pero se dejan en el aire aspectos fundamentales. Por ejemplo, no se sabe la fecha en que murió, ni si fue de manera natural o si la ganadería lo sacrificó al ver que no cumplía los requisitos para llegar a ser toreado (“no superó la prueba de la tienta para semental a la que fue sometido en la finca sevillana de El Toruño”, dice la nota de El País).
Nos cuesta imaginar que pudiera tratarse de lo segundo, pues desaprovechar esa oportunidad de estudio sería una burrada tan grande, que sí deberíamos pedir explicaciones al equipo de veterinarios que tan pomposamente lo dieron a conocer a los medios. En su momento se dijo que el verdadero objetivo del experimento fue aprender sobre el proceso de clonación; así que no tendría ninguna lógica haberse desecho de “Got” sólo porque no servía como toro bravo. De hecho, se debería analizar también si se dieron fondos públicos para la investigación.
En caso que la muerte de Got fuera causada por defectos o malformaciones derivados de la clonación (es lo que pensamos), insistimos: los periodistas científicos deberían tratarla como una noticia tan o más relevante que el propio nacimiento.
Sin duda son malas noticias para la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria, pues deja muy en entredicho su proyecto de utilizar la clonación para criar sementales (eso dice la nota). Pero ya esta bien de ser tan benevolentes con la ciencia, y en especial con los investigadores españoles. Deberíamos ser mucho más críticos de lo que somos, y no sólo con los recortes del gobierno. El fallecimiento de “Got” es una noticia de interés científico que merece estar en los medios mucho más que las chorradas que encontramos a diario en la mayoría de secciones. Esperemos que alguien recoja el tema y publique una amplia y objetiva historia sobre el fracaso del primer toro clonado español.
– Pere Estupinyà
Leave a Reply