(English intro to Spanish lang. post) “There is no crisis in science journalism but opportunities”; It might sound weird in US or UK, but it’s a reality in Latin America, where Science Journalism has never been out of crisis.
That crisis is among the topics that Spanish speaking reporters who attended the 6th World Conference of Science Journalism in London explored in their newspapers or blogs. Others refer to the difficulties they still have in the region with new media tools, the big need for professionalization, and the importance of a stable network of collaboration. And of course, doubts about funding are deep. We indeed have a big opportunity in Latin America to train a fresh gang of science journalists, and to boost our profession in a region where there is still plenty of room to grow. But resources are needed. We must learn how and where to ask for them.
Hace un par de semanas el rastreador científico asistió a la 6ª Conferencia Mundial de Periodistas Científicos en Londres, en la que se debatió largo y tendido sobre el estado de salud de nuestra tan querida profesión. Vertió algunas de las opiniones extraídas del congreso en su blog de ElPais.com, pero empecemos repasando las referencias de otros compañeros periodistas científicos de habla hispana.
La Argentina de Clarín Valeria Román participó como ponente, fue elegida vicepresidenta de la federación, y en su blog Ensayo y Error transmitió el mensaje principal de su intervención: todo el mundo habla de crisis en el periodismo científico, pero en Latinoamérica no sería justo a hacerlo, ya que nunca ha llegado a estar desarrollado. Nosotros debemos hablar de oportunidades, y solicitar recursos para aprovecharlas.
Las también argentinas Carla Nowak, Laura García Oviedo, Cecilia Farré y Nora Bär armaron un simpático blog de la conferencia que pretendía ser una simple bitácora donde narrar de manera desenfadada el día a día del congreso, pero del cual se pueden extraer algunas reflexiones: Las nuevas herramientas periodísticas ya están aquí, pero la transición no es fácil especialmente en Latinoamérica. Posiblemente quien se adapte más rápido a ellas será el que marcará la diferencia y agregará un valor a su trabajo que le permitirá defender su posición en la práctica del periodismo, pero… ¿será eso suficiente? ¿terminarán siendo una barrera a la calidad?. Si al tracker se le permite colar su opinión: No necesariamente.
Prensa Libre (Guatemala) publicó una nota escrita por Lucy Calderón, quien en “Es hora de promover la Ciencia” habló del cambio climático como un tema clave para los próximos años que requerirá una cobertura especializada, y reivindicó “el papel vital que tiene la profesión del periodismo científico en informar a millones de personas, sobre todo niños y jóvenes, acerca de los últimos avances y controversias en el campo de la ciencia y la tecnología”. No podemos estar más de acuerdo, y sería bueno que no fuéramos los únicos en estar convencidos de ello.
Por su parte, la periodista española y directora de la Plataforma SINC, Laura Corcuera, publicó una excelente entrevista a Tim Radford (exredactor jefe de “The Guardian” y una referencia mundial en el periodismo científico). Leedla, pero de ella extraemos la frase “Nuestro trabajo consiste en encontrar historias”, y la tremenda pasión que Tim transmite a la hora de justificar la información científica como una ventana para dar a conocer cómo es el mundo. La ciencia es la gran aventura intelectual de nuestra vida, y da pena sólo pensar la gente que se la está perdiendo. Además “la ciencia es más importante que cualquier otra cosa que esté pasando ahora, incluido el deporte”. Y como contrapunto a la actitud que se respiraba en el congreso: ”El reto (del periodista científico) es mantener una actitud positiva”
Pero posiblemente quien más reflexión le haya dedicado al congreso sea Horacio Salazar, periodista de Milenio (México). En las ocho “Notas de Ciencia” que dedicó al congreso recogió las palabras de Deborah Blum diciendo que el periodismo científico “será uno de los ganadores en la lucha por la supervivencia de los más aptos, porque la ciencia está profundamente imbricada en la vida cotidiana”, y destacando la importancia de la colaboración entre los propios periodistas científicos. Esta búsqueda de trabajo en equipo no es algo que Horacio simplemente destaque, lo demuestra siempre que tiene la ocasión. Interesante la reflexión sobre que la ciencia puede permitirse ser a veces ser elitista, pero los periodistas científicos de ninguna manera. Y nos quedamos con ganas de saber más opiniones sobre el papel de los embargos en la información científica. ¿Todas fueron positivas, Horacio?
El rastreador científico por su parte se preguntó quien iba a pagar un trabajo periodístico de calidad, el que requiere muchas horas de trabajo en lugar de rescribir notas de prensa de estudios curiosos que además llegarán a tener más clicks en Internet. Nadie lo sabe, pero una posibilidad nueva que apareció con fuerza en el congreso es la filantropía. No, no… no la descartéis de primeras por ingenua. Especialmente en EEUU, la ciencia recibe mucho dinero privado, y si poco a poco les convencemos que además de hacerla también es importante explicarla de manera cuidadosa al público, seguro que hay quien dedicará recursos propios a apoyarnos. Sin ir más lejos, este Knight Science Journalism Tracker no está financiado por ningún ente público ni entidad con ánimo de lucro.
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