(English intro to Spanish lang. post) The Spanish language tracker represented the KSJTracker in the “Inter-American Scientific Journalism Seminar” in Buenos Aires, joining representatives from Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia, Ecuador and Colombia. Main conclusion: Training and professionalization are still the big needs of reporters in countries without strong traditions in science journalism. In places such as Argentina there is already solid group of professionals, but it is concentrated in Buenos Aires. The challenge is to train local reporters that work far from the capital. An interesting discussion showed up: All the initiatives proposed to improve science journalism in the region need public economic support, but to have it might limit independence. Overall, one can perceive a real interest from institutions, scientists, and young journalists in building better science journalism in the region. Now it’s time to move from words and goals to projects and local actions that make a clear impact. Much more in this post inlcuding opinions from 11 of the reporters at the seminar.
El pasado 13, 14 y 15 de Octubre se celebró en Buenos Aires el “Seminario Interamericano de Periodismo y Comunicación Científica”, organizado por el Ministerio de CyT argentino y la Organización de Estados Americanos (OEA). El tracker (Pere Estupinyà) participó representando al Knight Science Journalism Tracker del MIT, y tuvo la oportunidad de conversar con comunicadores de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Escuchó críticas, alabanzas, propuestas, dificultades, e ilusiones. He aquí algunas ideas expresadas por los propios protagonistas del evento, que en gran proporción provenían de Argentina.
Argentina: periodismo científico más allá de Buenos Aires + cuidado con las ayudas del gobierno
Empezando por el único no comunicador científico que aparecerá en estas líneas, el tracker habló personalmente con el ministro de ciencia Argentino Lino Barañao y le confesó: “Para acercar el conocimiento a la sociedad e influir en la toma de decisiones políticas nosotros ya tenemos becas de formación, premios, actividades de divulgación como cine científico o arte y ciencia… pero la elaboración de proyectos concretos de mejora del periodismo científico debe partir de los propios profesionales. Nosotros estamos abiertos a financiar iniciativas. Es importante que se hagan propuestas, ya sea a nivel nacional o regional. Somos concientes de la importancia y encontraremos los mecanismos para apoyarlas”.
Esto es algo en que el tracker insistió durante su participación: el la mayoría de países de la región se percibe una verdadera voluntad institucional de potenciar el periodismo científico (a diferentes niveles, dependiendo de la tradición previa del país). El interés de la sociedad por la ciencia también está en claro aumento, y empieza a existir una masa crítica de jóvenes profesionales con ganas de emprender esta tarea. Es momento de desarrollar iniciativas bien trabajadas y buscar apoyos institucionales.
Pero aquí aparece un peligro, como apuntaba la experimentada Valeria Román de Clarín: “el encuentro sirvió para poner en foco la discusión por la relación con las fuentes de información. En los países desarrollados, ya está aceptado que un periodista no debe tener dependencia financiera de sus fuentes de información. Pero en los países de desarrollo por las dificultades para conseguir un trabajo full time o freelance como periodista científico, aún se acepta que la misma persona ejerza el papel de periodista para un medio y el de PR para empresas o instituciones públicas. Aún tenemos mucho por debatir sobre los conflictos de interés de las fuentes y de los propios periodistas“. Valeria hablaba del profesional individual, pero lo mismo podríamos ampliar a cualquier proyecto de periodismo científico que dependa económicamente de ayudas públicas. En muchos países son imprescindibles para sacar adelante nuestras ideas, pero debemos ser muy cuidadosos exigiendo total independencia. Sin duda, un asunto a profundizar en encuentros venideros.
En línea similar, el periodista freelance de Muy Interesante y otras publicaciones, Federico Kukso, opinó que en el seminario no se distinguió suficiente entre los campos del periodismo, la divulgación, y la política científica. “no se deberían mezclar como si todo fuera exactamente lo mismo”, resaltó Federico. Valorando positivamente que se haya realizado este seminario “en un país como la Argentina donde el periodismo y la divulgación científica han sido durante décadas menospreciados tanto por las empresas periodísticas como por el Estado”, Federico se quejó de que “los periodistas fueron minoría entre los asistentes y abundaron, en cambio, integrantes de organismos estatales”, de que “faltó una mesa centrada en las nuevas generaciones del periodismo científico”, de la escasa mención a las redes sociales y al diseño gráfico, y de que se promoviera poco la interacción. Sin duda, críticas constructivas muy a tener en cuenta ante futuros eventos.
Otro aspecto a destacar aparecido en el seminario fue la voz de los periodistas de regiones fuera de Buenos Aires. Victor Augusto García del Diario El Zonda, en San Juán, nos dio una clara lección de su realidad diciendo: “la mayoría de los colegas del interior del país pertenecemos a medios de comunicación medianos o pequeños. En este tipo de estructura es común que el periodista haga de todo y no haya una especialización a la hora de seguir la información. Por ello la formación o perfeccionamiento es muy importante para todos nosotros, ya sea presencial o virtual. Esto permite que cada uno de los periodistas pueda ampliar un poco más su espectro de conocimientos y de ese modo cubrir con mayores competencias lo que tiene frente de si”. Interesantísima aportación de Víctor: en ciertas regiones no podemos pretender tener periodistas científicos especializados, pero sí hacer programas de formación específica a periodistas generalistas para que puedan cubrir las notas de ciencia con mayor propiedad. Muy satisfecho con el congreso, Víctor añade que “te cuento que hay siempre mucho interés por los temas técnicos y en general los colegas los toman a la hora de realizar algún informe especial que luego generalmente se pueda presentar en algún tipo de concursos que existen en el país”.
Desde Córdoba, Yamila Abud también reclama más atención a los periodistas científicos dispersos fuera de Buenos Aires, y en este sentido considera “fundamental que la Red Argentina de Periodismo Científico de Argentina se haya establecido como Asociación Civil a partir de este encuentro. Este estatus legal permitirá trabajar en la organización de actividades y en obtención de financiamiento”. Otra conclusión que Yamila vio reflejada en el seminario fue “la necesidad de incorporar un tratamiento crítico de la información científica que se comunica a través de los medios masivos de comunicación (corriéndonos de la idea de reflejar a los científicos como constructores de verdades perfectas, sin cuestionamientos o reflexiones)”. Sin citar las fuentes, el tracker escuchó que el periodismo científico en Argentina solía ser demasiado benevolente con la ciencia local.
A Laura García Oviedo, periodista científica freelance de San Carlos de Bariloche (Patagonia), le faltó en el encuentro mayor espacio para el diálogo, pero también se mostró optimista frente a la nueva etapa de la asociación, e insiste en que “la realidad es totalmente diferente lejos de una gran ciudad como la Capital Federal. Si bien hay mucho para contar sobre la ciencia y la tecnología de Bariloche y la región patagónica, los medios locales dedican muy poco espacio a las noticias de ciencia. Las razones pueden ser poco presupuesto para contratar personal especializado en cubrir ciencia, poco conocimiento sobre el potencial impacto de contar historias sobre ciencia, y hasta desinterés general en incluir este tipo de contenidos. Es un desafío generar espacios fuera de la Capital, pero soy optimista”. Este optimismo de Laura, y las historias de ciencia que esconden lugares como la Patagonia, son recursos a apoyar.
Principal demanda en otros países: Formación específica y profesionalización
El carismático Eduardo Reyes Frías, presidente de la Asociación Chilena de Periodistas Científicos, valora el seminario con estas palabras: “En mi experiencia a través de encuentros similares en seis países latinoamericanos, el seminario de Buenos Aires ha sido uno de los más dialogantes en registrar informaciones, debilidades y expectativas de desarrollo de la comunicación social de la ciencia y la tecnología. Los contactos personales debieran complementar la web”. Se muestra satisfecho con la presencia casi cotidiana de la ciencia en diarios y revistas chilenas, pero “sin embargo falta desarrollar cursos de postgrado y más actividades de perfeccionamiento. En la televisión abierta los programas de divulgación científica son menos frecuentes y supedidatos al horario de menor sintonía. Las radioemisoras están bastante deficitarias en cubrir esta área informativa, a pesar de ser muy numerosas en el país”.
La demanda de formación específica es una tónica común en el resto de países que participaron en el encuentro.
Ricardo Erst , productor de Canal 5 (Uruguay) dice que el principal reto en su país es “buscar quienes practican el periodismo científico, hacer una Asociación o una red y charlar con los actores de la CYT para que nos faciliten herramientas para contactarnos con los investigadores, científicos, etc.”. Reclama capacitación específica a periodistas que como él, están muy motivados en cubrir información científica (insisto: esta motivación es una gran oportunidad), y opina que “el Congreso se centró demasiado en la discusión interna de Argentina. Y como integrante del medio más masivo según las encuestas que mostraron, la televisión, me hubiera gustado un espacio para el periodismo científico en el medio audiovisual”. Algo muy importante, es que Ricardo regresa del seminario “con la idea de hacer algo al menos”.
En una situación relativamente parecida, Nicolás Cañete representando al ministerio de Paraguay anunció la preparación de un plan específico de comunicación científica, y la organización de un taller para unir a todos los actores y empezar a trabajar de manera decidida.
Ximena Serrano, Presidenta de la Asociación Colombiana de Periodismo Científico, concluyó que “en Latinoamérica se requiere una mayor formación en periodismo científico, pues aunque se están abriendo espacios, las políticas y acciones deben ser más claras y efectivas. Teniendo en cuenta que en Colombia se está creando una estrategia de apropiación pública de la ciencia, el reto más importante es crear un programa formal de especialización en periodismo científico. De esta manera, si llegáramos a obtener un beneficio económico para impulsar el Periodismo Científico en Colombia, crearíamos un postgrado y fortaleceríamos la Agencia de Noticias Colombiana de Ciencia y Tecnología, que da cuenta del quehacer científico del país y aporta a la apropiación social del conocimiento”.
Desde Perú, Yazmín Rojas de prensa del Concytec percibe como principal reto el lograr la profesionalización y especialización del periodismo científico. “Sólo en Lima existen 18 facultades de ciencias de la comunicación, de las cuales tres incluyen en su currícula el curso de periodismo científico. Por ende, no existe un diplomado o maestría de periodismo científico”. Yazmín dice que desde su posición, si tuviera recursos suficientes “crearía primero un Diplomado en Comunicación y Periodismo Científico y Tecnológico, coordinado con una universidad y la Red de Periodistas y Divulgadores Científicos del Concytec. Y segundo, organizaría un grupo de periodistas y divulgadores científicos para realizar una investigación cualitativa y cuantitativa sobre indicadores de CyT en el Perú”. Yazmín se muestra contundente en destacar el rol de los comunicadores en la transmisión del conocimiento científico a la sociedad: “en un país el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la innovación son la clave para aumentar la productividad y competitividad, reducir la pobreza, conservar el medio ambiente, usar sustentablemente los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de la población. Por esto, es importante que por medio del periodismo científico se sensibilice a la sociedad, a los representantes del Estado y sus Gobernantes. Todos los días un nuevo tema relacionado a la CTeI surge en nuestro mundo, siempre hay algo nuevo que se descubre, que se inventa, que se investiga, y lo lleva a ser difundido para que la sociedad conozca los impactos y beneficios que trae a la vida de cada ciudadano y del país; pero difundir temas científicos y tecnológicos requiere especialización para tener un pensamiento y conocimiento base común y convertirse en un verdadero intermediario entre el científico y la sociedad”.
Finalmente, Pablo Jarrín desde Ecuador ofrece la perspectiva del investigador que actúa como comunicador científico “Ya que la difusión de la ciencia es fundamental para el desarrollo de una sociedad consiente, responsable y democrática, pienso que las entidades estatales, encargadas de legislar las políticas en ciencia y tecnología, deben promover y fortalecer la difusión de la ciencia en todos los estratos de la sociedad. Actividades académicas como la celebrada en Buenos Aires son un buen ejemplo. Sin embargo, está en cada persona con amor por la ciencia el hacer un cambio con su ejemplo y esfuerzo. ¡No olvidemos a Giordano Bruno!”
El Seminario del PIPC celebrado en Buenos Aires fue muy beneficioso. Faltaron espacios para promover el diálogo, hubo demasiada presencia institucional, demasiada reflexión sobre la situación Argentina, y se echaron de menos mesas de trabajo para atajar problemas específicos de la práctica periodística. Pero sin duda marcó un impacto entre los asistentes. Ahora falta que estas conversaciones e impacto se traduzcan en iniciativas específicas. El ministro Barañao dijo que los políticos “somos como el ojo de la rana, que sólo vemos lo que se mueve”. Movámoslo!
– Pere Estupinyà
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