(English intro to Spanish lang. post) Are the extreme temperatures and forest fires in Russia a direct consequence of the Climate Change? And this summer floods in China and Pakistan? And the droughts in Africa or Australia? And the cold spell in Bolivia and Argentina? Up to now, most scientists have been reluctant to associate specific meteorological events directly with global warming. They say they are surely related, but what is really important is the gradual increase in global temperature, tendencies, and the rise –on average- of extreme phenomena. They prefer to skip talking about incidental events, which might be influenced by many other factors apart from anthropogenic greenhouse gases. But now, a reporter in Spain says that IPCC has for the first time been categorical at establishing a relationship between climate change and the floods, droughts, cold spell and high temperatures occurred this summer. Also, according to a scientist consulted by the reporter, the World Meteorological Organization is considering to be more forceful in their messages to the public. These direct relations -from official sources- between incidental events and anthropogenic global warming might be a subtle shift in the climate change coverage, and an opportunity to explore the science behind these assumptions.
Uno de los aspectos más delicados a la hora de cubrir el cambio climático es cómo encajar el él –o evitar hacerlo- los eventos meteorológicos puntuales que puedan ocurrir. Si en una región determinada se produce una sequía totalmente inesperada ¿es fruto directo del calentamiento global, o una situación anecdótica influida por otras causas? Si un verano concreto es exageradamente cálido ¿es debido al CO2 que hemos estado emitiendo descontroladamente durante décadas? ¿por qué entonces puede venir seguido de un invierno plácido, o con temperaturas ligeramente inferiores a lo esperado? La manera en que los científicos nos sugieren tratar el cambio climático es como una tendencia gradual a la subida de temperaturas, a la observación de fenómenos progresivos como el deshielo de glaciares, migración de especies, o aumento del nivel del mar, y a la intensificación -de media- de ciertos eventos meteorológicos que dependan de esta subida de temperatura global. Pero no solemos relacionar de manera directa y exclusiva con el cambio climático un huracán específico mucho más intenso, o una semana de temperaturas altísimas. Podrían estar influidos por otros factores, y lo importante es la tendencia, ya que de eventos puntuales podríamos encontrar de diferentes signos y los científicos no se atreven todavía a asegurarnos que su causa única (ni siquiera principal) sea el calentamiento global provocado por la quema de combustibles fósiles. Tiempo al tiempo…
En ABC (España) hoy encontramos un artículo que sí relaciona directamente fenómenos extremos que están sucediendo este preciso verano con el cambio climático. Araceli Acosta en “Un caos climático sin precedentes” sugiere que los incendios y temperaturas record sufridas en Rusia, las inundaciones de China y Pakistan, las sequías del África subsahariana y Australia, las olas de frío de Argentina y Bolivia, y el desprendimiento de un colosal iceberg en Groenlandia, responden perfectamente a las previsiones del calentamiento global.
Seguramente no te parecerá una afirmación nueva. No lo es desde el punto de vista que ya la hemos escuchado en medios o a través de científicos individuales. Pero hay un matiz muy importante. En esta ocasión, como especifica Araceli, es el IPCC en su conjunto quien relaciona por primera vez de manera tan tajante los eventos extremos sufridos este verano con el calentamiento global. Pediríamos más detalle a la nota en este punto, pues sí es relativamente nuevo, ya que hasta ahora la comunidad científica solía incidir en la “tendencia” y se mostraba reticente a valorar fenómenos puntuales. Desde el punto de vista informativo, esto podría significar un sutil punto de inflexión. Entre otras cosas, nos ofrece una nueva dimensión a explorar desde el punto de vista del periodismo científico: ¿son –por ejemplo- los incendios de Rusia fruto directo del cambio climático? Un investigador consultado por Araceli asegura que “son difícilmente explicables por las oscilaciones naturales que suele sufrir esa región hasta la fecha. Igual no se repite, pero tiene la pinta de que efectivamente sea la tendencia en el futuro”.
Otro punto interesante del artículo lo añade el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología cuando dice: “La Organización Meteorológica Mundial se ha planteado dar una respuesta más contundente”. Se refiere a que “nadie duda ni se puede discutir que la curva de aumento de la temperatura media del planeta está subiendo”, pero además hay “una preocupación creciente porque da la impresión de que el número de fenómenos adversos va incrementándose”. El reto será ir demostrando el vínculo entre unas lluvias torrenciales determinadas, y el cambio climático. Delicado. Veremos si en los próximos meses, efectivamente el mensaje desde los organismos oficiales se hace más contundente, y llega una nueva oleada de relaciones cambio climático – fenómenos atmosféricos. Estaremos atentos.
– Pere Estupinyà
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