(English intro to Spanish lang. post) A species of pretty but poisonous frog discovered in Peru’s tropical forest has become the first case of monogamy among amphibians confirmed by DNA tests. The authors of the study (from US and Perú) argue that such mating behavior is driven by pool size. But here is the funny thing that makes it worthy to comment in the tracker: BBC Latin America interviews the US scientist and writes a story saying that small pools demands both parents taking care of their offspring, and this leads to monogamy. But in wires and Peruvian newspapers quoting the local scientist, the argument is completely different: climate change promotes promiscuity in frogs. Pools are sinking, and the only inown monogamous frog is turning polygamous in order to reproduce as much as possible. First story says that small pools leads to monogamy, and other says its the road to promiscuity. We have read the original paper. It doesn’t say anything about climate change or changing behavior, and it only describes –as does the BBC story- the characteristics of R. imitator, the first ever monogamous frog. It seems that someone made up the part about climate change being a factor.
Fijaos en este asunto tan curioso, alrededor de las primeras ranas monógamas, que han sido encontradas en Perú. No puede haber dos versiones más diferentes.
BBC Mundo explica por medio de Matt Walter que análisis genéticos han confirmado que la rana venenosa Ranitomeya imitator es la primera especie de anfibio monógama del mundo. Además, los autores proponen una tesis que lo explica: viene determinado por el tamaño de las charcas que habitan. Cuanto más pequeñas, más difícil es que los renacuajos encuentren alimento, y más se necesita la colaboración de ambos padres. Conclusión: charcas pequeñas = parejas cercanas = monogamia. Las otras especies de ranas que viven en charcas más grandes son promiscuas. Esto es lo que defiende en la nota el investigador estadounidense Jaseon Brown.
Atención ahora a lo que cuenta El Comercio (Perú): “El cambio climático vuelve promiscua a rana monógama de Perú”, o La República (Perú): “Rana monógama se vuelve infiel”, reproduciendo la nota de EFE: “El cambio climático vuelve promiscua a una rana de Perú”, que según El Mundo firma Belén Delgado desde Lima. Hace referencia al mismo artículo científico publicado en la revista American Naturalist y referenciado por BBC Mundo, pero la tesis es radicalmente diferente. En todos los textos se asegura que, debido al cambio climático, las charcas son más pequeñas y por eso la única rana monógama que existía se está volviendo promiscua. En este caso la nota de EFE entrevista al catedrático peruano Victor Morales argumentando que, como ahora hay menos agua y las condiciones son adversas, “machos y hembras sólo piensan en garantizar su descendencia y han pasado a reproducirse con más individuos”. Es decir: menos agua = poligamia. Lo contrario que la nota de BBC.
¿Quién tiene razón? Nosotros no tenemos conocimientos para juzgarlo, pero sí disponemos de una herramienta valiosísima: el resumen del artículo científico original. Lo leemos y… sorpresa: No habla para nada de cambio climático, ni de vuelta a la promiscuidad. Simplemente describe la primera rana monógama descubierta, en los bosques tropicales de Perú. Y el argumento coincide con la nota de BBC Mundo: charcas pequeñas = más requerimiento biparental = sistema de apareamiento monógamo.
Por tanto, ateniéndonos sólo al texto, la versión que están recibiendo los ciudadanos de Perú sobre su rana es incorrecta. Puede ser que haya alguna correlación con el cambio climático que el resumen no describa, o los investigadores sepan por otros estudios. Pero en todo caso, deberán mejorar los argumentos si no quieren contradecirse. ¿Qué pensamos nosotros, que somos unos desconfiados? 1- Que alguien ha querido “colar” el vínculo con el cambio climático al oír hablar de charcas pequeñas, 2- que si existe relación, en todo caso se debería titular el cambio climático vuelve monógama una especie de rana. Pero aquí, con el argumento de que esto es contraproducente para la lucha contra él, aconsejamos no utilizar el nombre del cambio climático en vano…
– Pere Estupinyà
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