(English intro to Spanish lang post) 10 months ago Science contributor John Bohannon sent a hoax scientific paper with fatal flaws to 304 online open access journals. Last Friday Sciencemag explained that 157 journals had accepted it and 94 rejected (the rest hadn’t replied yet). Many asked for substantial amounts of money prior to publication. It’s not a topic of big interest for the general public, and in the Spanish speaking world only blogs and scientific news service SINC published stories about it. But we think the so called “sting operation” is an important reference for the community of science reporters. We all knew this happens, but the study shows it’s quiet more common than previously thought.
El siguiente asunto no es de especial relevancia para el público general, y por eso prácticamente no ha aparecido en los medios. Pero sí lo es -y mucho- para la comunidad científica y los periodistas de ciencia.
Hace 10 meses y con la ayuda de investigadores de Harvard, el periodista y doctor en biología molecular John Bohannan escribió y envió un artículo científico con nombres falsos y deliberados graves errores a 304 revistas online open access supuestamente revisadas por pares. 157 lo aceptaron, 98 lo rechazaron, el resto no respondió, y varias pedían sumas importantes de dinero para publicarlo.
El trabajo versaba sobre un supuesto compuesto extraído del lichi que destruye células cancerígenas. Entre muchos otros errores, en el experimento no se utilizaron controles para comprobar si mataba también a las células sanas, y las conclusiones decían que a más compuesto más muerte celular pero los datos experimentales no mostraban este efecto. Los nombres de los autores eran inventados, con similitudes a nombres africanos, y hasta se inventó la institución a que pertenecían: el inexistente Wassee Institute of Medicine de Asmara, en Eritrea.
En realidad no es algo tan nuevo. Todos sabemos que hay gran cantidad de pseudorevistas científicas que publican sin rigor a cambio de cobrar elevados fees. En principio tanto la comunidad científica seria como los periodistas saben desconfiar de estos journals de bajo nivel, y la trampa sirve sólo para engrandar curriculums de corta proyección. Pero sorprende que el porcentaje de aceptaciones sea mucho más alto de lo esperado, implicando que la cosa está mucho peor de lo que imaginábamos. En una entrevista de la NPR, el propio Bohannan dice que estamos ante un “salvaje oeste emergente en las publicaciones académicas”, y que “ellos esperaban un 10-15% de aceptación, o un 25% como máximo”. La información más completa de la “sting operation” la tenemos en el artículo “Who’s afraid of peer review” del propio John Bohannon, donde se ve que África e India son los lugares con mayor porcentaje de aceptación (de escándalo), y que por ejemplo, la revista Journal of International Medical Research (Sage) envió carta de aceptación junto a factura de $3100.
Esta nueva versión del “caso sokal” es una referencia de importancia para los periodistas científicos. Sobre todo aquellos que en lugar de reflejar lo publicado por las principales revistas científicas, a veces eligen tema sobre el que escribir y van a buscar información sobre él. Debemos desconfiar -y mucho- de estas revistas pequeñas. El sting operation también es un mazazo al online open access, ya que por mucho que incidan en que revistas como PLOS son abolutamente serias, siembra dudas dobre este modelo en el que el consumidor tiene acceso gratuito pero el científico o alguien debe pagar los gastos.
Como decíamos, pocos medios han hablado del tema. Uno que lo ha hecho muy bien es SINC “Un falso estudio pone en entredicho los filtros de 157 revistas de open acces”; plataforma encargada de distribuir información a periodistas que consituye un lugar ideal para reflejar el “sting operation” de Bohannan.
– Pere Estupinyà
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