(English intro to Spanish lang post) Before, during and after the soccer world cup there were some stories about science&soccer in the Spanish and Latin American media. We’ve reviewed a few of them, analyzed the reactions of the readers, and we conclude that most of the stories are frivolous, non-interesting at all, and that they didn’t have any impact. They are vaguely shared in social networks, and the comments of the readers use to be skeptical and to make fun of the story. Some examples are: the use of sensors in chilean players, a story saying that big data analysis help Germany to win the world cup, a spanish team that will use science to analyze the muscles of its players, a story from colombia explaining that soccer fans are more violent when their team wins than when it loses, a silly story about brownian effects in soccer, and a study saying that the brain of the players shuts down during the game. None of these stories went viral in the web. We doubt the combination of science and soccer to be an interesting neither successful one.
Cualquier comunicador científico a quien le guste el fútbol ha sentido en algún momento la tentación de intentar encajar ambas áreas. En ocasiones es por un genuino interés personal, en otras forzado por la constante búsqueda de originalidad que a veces presiona en exceso a los divulgadores científicos, y en otras simplemente responde a la aparición de investigaciones publicadas con temática futboleras. Efectivamente en el fútbol hay física, psicología, sociología, medicina, tecnología… y aunque parezca frívolo (y lo es), no está de más analizar algunas notas aparecidas con la excusa del mundial. Tras hacerlo, extraemos una conclusión principal: la combinación ciencia y fútbol no despierta especial interés entre los lectores. No es ninguna receta de éxito. El fútbol no sirve como gancho para acerca al público amplio a la ciencia. En parte creo que es porque (mi opinión) ningún estudio ha revelado en realidad nada significativo ni revolucionario acerca del fútbol. Las noticias que mezclan futbol y ciencia suelen generar un insignificante “ah, vale” en el lector. Y por lo general, no es que merezcan mucho más. Pero bueno, veamos algunas notas destacadas.
En Chile, La Tercera publicó un interesante texto deChristian González “Colo Colo avanza y explora el nuevo lado científico del fútbol chileno” sobre unos sensores que mide diversos parámetros físicos de los jugadores y se supone ofrece información relevante. Este “se supone” lo digo a plena conciencia, porque en estas piezas sobre sensores nunca queda cláro qué se mide y con qué objetivo. La noticia será impactante cuando un entrenador diga: “sustituí a este jugador por el análisis que saqué del chip”, o “cambié de táctica porque el sensor decía que en el medio del campo corríamos poco”… de momento, el tema tiene cierta gracia, pero genera una distribución mediocre por redes sociales y comentarios absolutamente escépticos.
En tema relacionado, El Tiempo (Colombia) “Alemania puso a jugar la tecnología en el fútbol” asegura que el éxito de Alemania en el mundial fue debido al análisis con Big Data de los millones de datos captados por sensores en entrenamientos de los alemanes (los sensores están de momento prohibidos durante el partido). Esta afirmación es posiblemente falsa. El consultor entrevistado en el reportaje (parte interesada) asegura que el entrenador toma decisiones en función del monitoreo. Pero habla de manera muy genérica, sin dar un ejemplo concreto. De nuevo, tendría mucho más impacto si el titular fuera “en la semifinal contra brasil el entrenador alemán dejó en el banquillo al jugador X porque un programa informático se lo recomendó”. También poco éxito en redes sociales y comentarios simplones, la mayoría de desaprobación.
En España, varios medios recogieron la noticia de EFE “El Betis acude a remedios científicos para evitar las lesiones”. Suena más concreto, pero si uno lee la nota con atención, lo que explica no es más que un acuerdo con una universidad para analizar temas de carga muscular y mejorar rehabilitaciones. A ver… ¿nos vais a decir que esto no se hacía antes???? Todos sabemos que los médicos de los clubes hacen un seguimiento exhaustivo del estado de los jugadores, y que cuando se lesionan llevan a cabo planes específicos de recuperación. ¿cual es la noticia, el avance, lo nuevo, que trata el artículo? Si nos fijamos en el texto: nada. Quizás el laboratorio de fisiología de la universidad sí tiene un plan interesante, pero eso no lo explica la pieza. Reacción de los lectores: ignorarlo en todos los medios online donde apareció.
Para artículo absurdo, el de RT Noticias “¿Por qué España perdió contra holanda?” El redactor que haya escrito esto tiene poca dignidad profesional. Por un lado saca un estudio diciendo que los equipos formados por estrellas a veces tienen resultados mediocres (gran descubrimiento), y tras varias frases sin sentido alguno acusa directamente al combinado español. Lo gracioso llega en el segundo bloque cuando habla de movimiento browniano y asegura que tras unos segundos nada es predecible. Cierto, pero… no contradice el resto?. buff…
Si nos remontamos unos meses atrás, más serio es este artículo de El Espectador (Colombia) “Tres cosas que la ciencia ha establecido sobre el futbol”, lanzando tres datos que sí pueden resultar curiosos y anti-intuitivos para el lector: los hinchas son más violentos tras ganar que perder, en rifi-rafes se pita falta al jugador más alto, y los espectadores se entretienen más con emociones negativas. Curioso, pero también poco compartido por redes sociales. En esta misma linea, si uno busca en google encuentra muchos blogs que aglutinan curiosidades, como por ejemplo Taringa “7 curiosidades del fútbol explicadas por la ciencia”. Pero de nuevo, no vemos piezas que realmente ofrezcan una noticia impactante que realmente atraiga a los lectores.
Divertido texto en El Comercio (Perú) diciendo que el cerebro de Neymar cuando juega al fútbol tiene actividad reducida (Idafe Martin) y en realidad no piensa lo que hace. Así le resulta más fácil realizar tareas complejas. Hay algunas conclusiones distorsionadas, o sacadas de contexto, pero no está mal la estructura del artículo.
– Pere Estupinyà
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