(English intro to Spanish lang post) A massive fish kill along the coasts of Venezuela generated lots of speculations in the press but few solid scientific analysis. Last Friday tons of dead sardines and mackerels appeared on the beaches of a region called Vargas. First hypothesis suggested that cold ocean currents coming from the northern hemisphere concentrated the fishes and killed them. A source mentioned climate change, and inmediately headlines said that “Climate change could be the cause of fish kill in Vargas”. After that, environmentalist groups said contamination was the key, and headlines changed. Only after a few days people started talking about oxygen depletion, that seems the most plausible cause. We think this is a clear example case where the only reporting journalists did was to ask sources and reproduce their opinions. That’s ok, but fish kill is something that has happened several times in the past, and one can find very good information about it. It’s in fact an opportunity to publish a very interesting story.
Sobre todo en ciencia, ese periodismo de preguntar a “expertos” resulta ya insuficiente. O por lo menos poco práctico. En ocasiones es más eficiente y veraz consultar a google que a fuentes supuestamente expertas.
Digo esto por el caso de los miles de peces aparecidos muertos en las costas venezolanas. Parece algo inaudito, y los periodistas han corrido a preguntar a biólogos, ambientólogos u otros expertos. Está muy bien. Pero eso conduce a un amalgama disperso de hipótesis y especulaciones que más bien confunden al lector. Un biólogo no tiene por qué ser conocedor de un evento tan anecdótico. El periodista que cubra un caso así debe ser capaz de sentarse frente a la pantalla, empezar a buscar información sólida por sí mismo, asumirla, contrastarla desde luego con buenas fuentes, y presentarla de manera elaborada a los lectores.
Si se hubiera hecho veríamos que las muertes masivas de peces no son frecuentes, pero de ninguna manera se puede considerar un evento aislado. Se han producido más veces ya y en diferentes lugares del mundo, y en muchas ocasiones debido a causas naturales. La más común, una disminución de los niveles de oxígeno del agua (que a su vez varios puede ser causada por diferentes fenómenos).
Yendo a la situación concreta en Venezuela, el pasado viernes miles de sardinas y caballas aparecieron muertas en las costas del estado de Vargas. Varias notas, por ejemplo esta de El Universal, se limitaron a cubrir el evento y citar hipótesis como la contaminación, llegada de aguas frías, o incluso que quedaron atrapados. Es correcto. En las primeras horas no se puede descartar ninguna opción. Pero el domingo apareció ese cajón de sastre que es el cambio climático: “Cambio climático podría ser la causa de peces muertos” (El Universal). La hipótesis es que las bajas temperaturas del hemisferio norte generaron corrientes frías que desplazaron a sardinas y arenques en busca de aguas más cálidas “y luego la marea, la corriente y los malecones le impiden volver mar abierto”. Lo de quedar atrapados es casi de chiste, pero los cambios de temperatura sí pueden reducir la cantidad de oxígeno en agua, que sería una opción más plausible. Pronto en el propio Universal, en un reporte mejor elaborado de Daniel González “Cuestionan que cambio climático haya matado a peces en Vargas”, aparece por medio de ambientalistas la hipótesis de la contaminación (válida en lagos u áreas más estancadas, menos probable en aguas abiertas). Alguien dice que los vecinos se quejan de malos olores, que si fuera la temperatura debería haber afectado a varias especies por igual (falso), otros replican que las mediciones no indican presencia de contaminantes, y llegamos al batiburrillo.
El Nacional presenta una secuencia parecida de notas. Primero titula “Cambio climático podría haber causado muerte de peces hallados en Vargas” (aquí si citando que la falta de oxígeno sería la causa), y un par de días después Maolis Castro “Especialistas cuestionan versión oficial sobre mortandad de peces”, vuelve a mezclar combustibles con vértices polares, diferentes especies… añadiendo eso sí la información de que el fenómeno ya ha ocurrido en varias ocasiones, y que resulta importante hacer estudios sobre él. Buenos puntos en la nota.
Un artículo de los iniciales que expuso bien las hipótesis fue en El Mundo (Venezuela) por Elizabeth Cohen “Peces muertos aparecieron en playas de Naiguatá”. Allí se especifican muy bien las dos hipótesis: contaminación y -sin citar al manido cambio climático- “cambios de temperatura generados en los últimos días por los frentes fríos del norte, que han llevado a estas especies a arrimarse a la orilla en busca de calor. Como son cardúmenes muy intensos que se han aglomerado en las costas, se ha producido falta de oxígeno, que han generado en la muerte de algunos de estos animales”
Cierto que es un tema todavía bajo investigación, y que recién apareció el viernes. Pero nos ha sorprendido no encontrar textos más detallados hablando de precedentes en otros lugares. No es tan difícil encontrar información, y ver por ejemplo cuando la contaminación puede ser un factor, o la presencia de algas (que consumen oxígeno), mareas rojas, incluso virus, o explosiones subacuáticas, o cambios de temperatura (por frío y por calor) y al final esa falta de oxígeno como detonante final en muchos casos. La versión oficial no hizo bien en citar al “cambio climático” como causa, pero su hipótesis de que cambios en temperatura del agua pudieron conllevar bajada de oxígeno en ciertas zonas, parece plausible. Si hay novedades ampliaremos.
– Pere Estupinyà
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