(English intro to Spanish lang post) During the last 5 years German and Canadian researchers sliced 7,404 vertical sections 20 micrometers thick from the brain of a deceased 65-year-old woman, they stained them, took microscopic images in high definition, and reassembled them after 1000 hours of computation. The result published today in Science is “Big Brain”, the first 3D digital model of a human brain which has 50 times more resolution than previous anatomic models. It’s definitely big news for neuroscience. The main newspapers in Spain wrote detailed stories about it, but a couple of them –especially El País- exaggerated the implications the map will have. Surprisingly, most of the main Latin American newspapers used wire services without further reporting. We only found good reporting in Brazilian Folha and O’Globo, and Chilean Mercurio.
La publicación en Science del BigBrain -el primer mapa anatómico 3D del cerebro con resolución 50 veces mayor a los modelos previos- es un tema científico para recrearse.
En realidad no es un “descubrimiento” en si sino una herramienta poderosísima para investigar en neurociencias. Esto ofrece titulares poco atractivos y no es muy noticiable más allá de decir que se ha completado y dar algunos detalles técnicos y expectativas. Claro que se puede cubrir lo básico sólo con notas de agencias. Pero nosotros debemos saber la relevancia científica del anuncio, y posiblemente destacarla como la principal nota científica del día (así ha ocurrido en algunos medios). Cuesta aceptar que en bastantes periódicos importantes de América Latina (excepción Brasil) ni siquiera haya aparecido, o haya sido publicada sólo con copiar-pegar de agencias.
Como decíamos, lo básico es que este mapa virtual 3D del cerebro fue realizado a partir del cerebro de una mujer de 65 años, cortándose con un enorme micrótomo en 7.404 láminas finísimas (micras), tomando imágenes microscópicas de todas ellas, digitalizándolas en alta resolución, y uniéndolas gracias a un poderosísimo e irrealizable años atrás cálculo informático que tomó más de 1000 horas de computación. Al igual que los genetistas tienen el mapa del genoma humano, con ello ahora los neurocientíficos tienen como referencia (y gratuita) un mapa del cerebro a una resolución que permite distinguir algunas células y conexiones. Queda muy lejos de la ambición del proyecto connectome o el mapa de actividad del estadounidense BRAIN, pero estos están a más de una década vista, y de momento los investigadores ya podrán utilizar Big Brain para conocer mejor partes concretas del cerebro, mejorar estrategias terapéuticas especialmente en neurocirugía, e integrar todos los datos que vaya encontrando. Es una herramienta de un valor enorme para la ciencia, y como tal debe ocupar espacio destacado en los medios. Y como decíamos, da juego para que los periodistas vayan más allá de lo básico y exploren diferentes ángulos informativos. Veamos qué se ha publicado.
– El Mundo: María Valerio “El mapa más detallado de la anatomía del cerebro”. María es quizás la única que incorpora la palabra “anatomía” en el titular, y como intuyendo que el lector puede estar un poco perdido ante los varios proyectos similares/relacionados de los que se ha hablado en los últimos meses, empieza su nota diciendo que hay en marcha varios proyectos europeos y estadounidenses, y el Big Brain es uno de ellos. La nota incorpora hasta 3 declaraciones de neurocientíficos diferentes, que califican el mapa de “fascinante”, “un google del cerebro”, explican porqué el cerebro utilizado sí es útil como referencia (algo que los lectores pueden dudar), pero también admiten que no alcanza a ver conexiones, ni actividad, ni funcionalidad. Será útil para superponer todos estos otros datos a él.
– El País: Javier Sampedro “El atlas más fino del cerebro”. Sorprende que el gran Javier haya exagerado tanto en su texto, hasta dejarse llevar por frases como “llega a discriminar cada pequeño circuito de neuronas que está detrás de nuestra actividad mental” (erróneo), “BigBrain es la herramienta esencial que necesitan los laboratorios neurológicos de todo el mundo para elucidar la forma y la función de nuestro cerebro” (biensonante pero no; es un paso importante, pero sólo es un mapa mejor y en 3D), “abre el camino para entender las bases neurobiológicas de la cognición, el lenguaje y las emociones, y también para investigar las enfermedades neurológicas y desarrollar fármacos contra ellas” (exagerado). Javier hace un paralelismo muy chulo con las células HeLa de Henrietta Lacks, dice claramente que “los grandes logros del trabajo han sido de tipo técnico”, y cita al genoma humano para decir con gran acierto “si la biología nos ha enseñado una lección es que la forma explica la función, que entender el funcionamiento de un sistema biológico empieza siempre por ver su estructura”. Estas contextualizaciones son las que nos encantan de Javier, si bien en esta occasion nos choca que se haya excedido tanto en frases que recuerdan algunas exageraciones cuando se public el mapa del genoma humano.
– Materia: Teresa Alameda “Un nuevo modelo en 3D redefine la arquitectura del cerebro humano”. Una nueva firma en Materia, que es presentada como becaria, pero que apunta alto por la calidad de su texto. El “redefine” del titular es exagerado, y en la introducción dice algo extraño como que los científicos actuales utilizan mapas creados en 1925. Pero quizás lo haga para incidir en un punto bastante noticioso del anuncio: hay algunas estructuras anatómicas que son un poco diferentes de lo que se pensaba. Esto sería un primer “descubrimiento” aparte de la presentación del mapa en si. El texto de Teresa es extenso, se lee fluido, cuenta con declas de neurocientíficos no involucrados en la investigación, y tiene hipervínculos, videos y despieces. Buen trabajo a pesar de que el mensaje del titular no sea muy acertado.
– ABC: Pilar Quijada “Crean un mapa 3D del cerebro 50 veces más detallado que los actuales”. Tras una muy directa y detallada introducción en la que Pilar matiza que de momento los principales beneficiarios serán los neurocirujanos, y que “No permitirá ver las células más pequeñas pero sí cómo están distribuidas en las distintas capas que forman la corteza cerebral, una información muy valiosa”, incide en que a nivel científico lo que se pretende es que sirva para integrar todos los avances en neurociencia, tanto en datos anatómicos como moleculares.
En América Latina hemos visto buenas historias en los dos periódicos brasileños O’Globo – César Baima “O cérebro em alta definição” y Folha – Rafael Garcia “Atlas do cérebro em 3D mostra detalhe mais fino que cabelo”, con un artículo muy conciso que va acompañado de una buenísima infografía (imagen de post). Otra buena nota es la firmada por Sebastián Urbina “El más detallado mapa cerebral en 3D del mundo está disponible en internet” en El Mercurio (Chile), donde además de dar la información básica busca opiniones de neurocientíficos chilenos, uno de los cuales dice que “esta nueva herramienta permite conocer en detalle cómo se conectan, por ejemplo, el área visual con la de lectura, y luego cómo ambas hacen contacto con el área de la comprensión del lenguaje”. Buen ejemplo.
Sin embargo en muchos otros países la información se ha cubierto sólo con notas de agencias. Ejemplos son El Comercio (Perú), La Tercera (Chile), El Universal y Milenio (Mex), Los Tiempos (Bolivia), o sorprendentemente La Nación (Argentina), medio que parece trabajar buenas notas de ciencia sólo cuando hay argentinos involucrados. Hay sitios como Colombia, donde ni notas de agencias encontramos en los principales periódicos.
– Pere Estupinyà
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